jueves, 9 de febrero de 2012

Ética y desarrollo organizacional

Opinion - Mar 24/01/2012 | 12:00 am



La calidad de la gestión, la calidad de sus productos, servicios y resultados, de su capital humano intelectual, es lo que demuestra el éxito de toda organización humana. Todo su sistema está basado en sus múltiples y complejos elementos intervinientes en cada uno de sus procesos internos, los cuales conllevan la madurez y plenitud de la misma. Importante considerar además que, con un entorno de calidad, totalmente vinculado a ella, donde todos aquellos lugares sean de calidad óptima, con una cultura socialmente aceptable, bien organizada, solidaria, con una confianza plena en el ejercicio de sus funciones, donde todo el sector público sea seguro, honesto, cumpliendo sus mismas normas, con un desarrollo simple y transparente, seguramente son clasificadas y contadas como organizaciones netamente exitosas.

Las acciones emprendidas por éstas con ética y desarrollo organizacional, sin déficit alguno en cuanto a su capital intelectual, social, sin corrupción, proactivas, creativas, es dudoso que tiendan a considerarse organizaciones mediocres. Serán siempre exitosas en cuanto y tanto permanecen elevando día tras día los niveles de aceptación y apoyo social. Por ello, toda organización con una ética irreprochable en su desarrollo, mantendrá la mejor clave: el éxito; tanto en su corto, mediano y largo plazo, aun cuando las influencias mejorables del entorno traten de colisionar en contra del éxito mismo. De manera que aquellas organizaciones que mantienen honestidad, disciplina, atención humana, social e institucional, lo menos que pueden esperar es ese éxito rotundo y completo.

Las universidades venezolanas (llámese autónomas, experimentales, institutos, colegios; privadas y públicas) son organizaciones las cuales hoy día son tildadas por el Gobierno nacional sin ética en su desarrollo organizacional. En todo caso, todos estos espacios y lugares, siguen albergando en sus recintos a la más grande cantidad de pensamiento universal y plural, por lo tanto, no es posible atacarla sin principios y valores éticos, ni menos con la más insana intención de imponer criterios ideológicos políticos, por entes de dudosa reputación ético social en su desarrollo ya conocido. Todos sus componentes humanos están llamados a un desarrollo de valores éticos, honestos, transparentes, solidarios, tolerantes, pacíficos, armónicos, y con una institucionalidad sin manchas reprochables de naturaleza alguna.

Las organizaciones nacionales, públicas y privadas, han nacido, seguirán naciendo y desarrollándose en espacios donde se le permita a todo su personal/capital intelectual, realizar una cultura, un trabajo y unas funciones individuales y colectivas para el bien social. De allí que, es importante resaltar que todo ello tenga honestidad y una acción multidisciplinaria. Así, la búsqueda de prosperar y mantenerse en el tiempo siempre estará basada en la institucionalidad democrática y pluralista. La ética y el desarrollo organizacional así lo exigen, por cuanto las mismas no dejan de ser alguna vez, las vías que permitan una manifestación loable e impulsora del progreso, hacia las investigaciones, la extensión, la efectiva administración, con una academia de altura, sin que sean convertidas en antros de caníbales del pensamiento universal y homicidas de la más genuina representación de las ideas humanistas, tecnológicas, científicas y sociales de un país, de nuestra Venezuela.

Arnoldo Briceño G.
brigar_227@hotmail.com


Fuente: http://www.lanacion.com.ve/noticias.php?IdArticulo=198186&tit=%C3%89tica%20y%20desarrollo%20organizacional

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